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20 de marzo de 2009

Sonidos de Wedemark

Hace unos días, tuvimos la oportunidad de viajar hasta Alemania para visitar la sede corporativa de Sennheiser y asistir a la presentación de los nuevos auriculares HD 800, donde pudimos conversar con los principales directivos de la empresa, incluyendo al profesor Jörg Sennheiser.

Rodeados de periodistas de países tan diversos como Hungría, Argentina, Japón, México o el Reino Unido, escuchamos a Axel Grell desarrollador del área de acústica de Sennheiser y padre tecnológico de los HD 800, describirnos el proceso de creación de los mismos. Axel nos contó que el concepto inició en 2002 y fue hasta 2005 cuando lograron tener el primer prototipo, pero curiosamente todo el diseño se modificó apenas en 2007. A partir de entonces, nada consiguió detener al equipo creativo y de diseño acústico, quienes en un año lograron el resultado deseado.


En el piso superior de un pequeño edificio, que fue la primera sede de Sennheiser hace más de 60 años, escuchamos el mágico sonido de los HD 800 en compañía del profesor Sennheiser, quien satisfecho observaba el agradable impacto de un instrumento de tal precisión acústica.

Recorrimos la fábrica en la que se ensamblan, prácticamente a mano, los HD 800 y otros productos Sennheiser. Aquí comprobamos la dedicación y pasión que imprimen en cada uno de los pasos del proceso de manufactura. Las instalaciones, rodeadas de enormes árboles y simpáticas casas, se encuentran en la zona de Wedemark, un poblado vecino a la ciudad de Hannover.


Finalmente, acudimos a la sesión de grabación de un mini concierto, preparada por los amigos de Peppermint Studios, de la seductora voz de la trinitaria Sharon Philips, alguien que seguramente escucharan en el futuro de la industria musical. En el intermedio de la sesión, pudimos comparar la sensación espacial del sonido que escuchamos en la sala de conciertos, con el audio grabado que nos llegaba a través de los HD 800, vía la consola del estudio.


En otras notas les compartiremos los detalles de la fabricación de los HD 800 y algunas anécdotas históricas que nos reveló el amable profesor Sennheiser.

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