7 de mayo de 2010
El Rey del Gran Rex: Encuentro con Angel Itelman
Que Angel Itelman sea un prócer de la industria argentina del audio, con un bagaje de historias increíbles no lo descubrí yo, una tarde en la previa de uno de los últimos shows del espectáculo “Casi Ángeles” en el afamado Teatro Gran Rex, de la no menos famosa avenida Corrientes, en pleno corazón de Buenos Aires. Tampoco es nuevo que Angel Itelman, quien está detrás, ó mejor dicho al frente, del sonido de trescientos espectáculos por temporada, con 20 años solo en este teatro de indudable jerarquía internacional, nos haya atendido con suma afabilidad y la mejor de las disposiciones.
Y ahí vamos.
Tuve la suerte de entrevistarlo durante los preparativos de sonido de “Casi Ángeles”, un espectáculo muy exitoso e imponente desde lo audiovisual dirigido a preadolescentes, sonido que lleva la marca de Itelman y la tecnología de Sennheiser.
Discreto, su mirada paternal va un tanto más allá de lo que transcurre a su alrededor, este es su sitio, su hábitat natural, nos conduce por las entrañas del teatro y sonríe con la calma de los que saben... Filarmónicas, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, Sarah Vaughan, Carmen McRae, Count Basie, Astor Piazzolla, Earl Hines, Tony Bennett, Serrat, Sabina y otros tantos... también lo saben.
El sonido, por definición, es una onda mecánica longitudinal que se propaga a través de un medio elástico, Para este hombre, por autodefinición, el audio es su vida.
Nos permitió ingresar a un universo de patcheras, racks, receptores, monitores y micrófonos, equipos que dan vida a la música del show. Su empresa, Melero-Itelman, emplea tecnología Sennheiser desde mediados de los años 70. “Tiempo atrás, cuando se trabajaba de otra manera, éramos menos y yo hacía de todo”, nos recuerda Itelman.
Ahora, gracias a la relación con ARS Technologies, el distribuidor oficial de Sennheiser en la Argentina, su arsenal de equipo, incluye docenas de sistemas inalámbricos de la serie evolution wireless, dispositivos IEM de monitoreo personal, micrófonos alámbricos y cápsulas Neumann, todos listos para satisfacer las necesidades de grandes espectáculos en los que se requieran 24, 48 o la cantidad de canales de RF que la producción requiera.
Este universo sonoro confluye en una consola de primer nivel completamente equipada para el sonido de sala, monitores y grabación directa a Pro Tools, que permite registrar un concierto con calidad de estudio.
Mientras realiza algún ajuste desde el F.O.H. con Ramiro Alonso su ingeniero principal, demuestra que conoce a la perfección los secretos del Gran Rex, que por excelencia es la sala de conciertos en Buenos Aires, misma que se ha convertido en su segunda casa. No le lleva mucho tiempo el setup actual y en paralelo va planeando la puesta del nuevo show en el que trabajará en los próximos días.
Nos comenta que no todos los espectáculos tienen horas de ensayo previo como en el que trabaja ahora (“Casi Ángeles”). Generalmente dispone de los riders (lista de necesidades técnicas) que le envían con anticipación y en algunas ocasiones únicamente se cuenta con la presencia del artista un rato antes del comienzo del show.
Siempre pensé que la tarea de un técnico de sonido, era recibir la nota, el acorde, la voz, el alma de un artista, subirla a la tecnología, micrófonos, transductores, cables, faders, plug-ins, y devolverla a nuestros sentidos clara y directa, haciéndonos creer que no modificó un ápice de esa creación... sin embargo, nuestro amigo Angel agrega un toque de experiencia personal en cada espectáculo, ese es el verdadero arte que ejecuta Itelman.
La renovación, el mantenerse arriba de la ola tecnológica, la demanda, la globalización si se quiere, hace que la competencia tenga más ó menos la misma configuración con las marcas que son líderes probados en el mercado del audio de alta gama. Sennheiser y Neumann son un estándar en este círculo selecto de grandes proveedores, la diferencia la hace gente como Angel y su equipo. Tras largos años de trayectoria, experiencia y real vocación, el cliente lo reconoce. Actualmente su empresa trabaja activamente en distintos proyectos de envergadura y año a año surgen nuevos desafíos.
Como se mencionó, el equipamiento que posee Melero-Itelman, está soportado por ARS Technologies, representante en la Argentina de Sennheiser. A través de los años, ambas empresas han alcanzado una relación, según sus palabras, de amistad y de confianza mutua, ARS Technologies lo respalda profesionalmente en cada proyecto y con tiempos de respuesta inmediatos ante cualquier imprevisto.
El show termina, las puertas se abren al histórico vestíbulo del Gran Rex, la gente pasa emocionada, algunos entre el bullicio elogian a los operadores, nuestro anfitrión se esconde y sonríe. Misión cumplida.
Angel Itelman camina por la calle Corrientes y es común verlo saludar a viejos amigos y gente que lo reconoce, nos cuenta de su afición al blues y al jazz, y recuerda a cientos de artistas de ese género a los cuales conoció personalmente.
Y surge una anécdota final, durante una presentación en Buenos Aires, allá por los años 70, Itelman puso el disco “Tales of Mystery & Imaginations” (Alan Parsons Project, 1976) y que en broma ó en serio el mismo Alan Parsons le había solicitado el pago de regalías por el uso de su música. Hoy son amigos y unos altavoces diseñados por el propio Parsons, regalo del barbado sonidista de The Beatles e ingeniero de Pink Floyd, forman parte de sus juguetes de audio personal.
Y bien, mientras Charles Aznavour y Brad Mehldau esperan por su arte, lectores de Sennheiser sepan que Angel también tocó con B.B. King.
Agradecimientos: A Ricardo y Cintia en ARS Technologies y al propio Angel Itelman por su buen humor y amabilidad.
Colaboración: Mario D. Acciarresi, desde Buenos Aires, Argentina.
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